Nacionalpopulismo

José Carlos Mariátegui

 A partir de 1910, la mayoría de los países latinoamericanos estaban celebrando el Centenario de la emancipación de la Corona española pero junto con los festejos, se comenzó a cuestionar el verdadero alcance de los beneficios obtenidos a partir de su integración al mercado mundial como proveedores de materias primas. Esas críticas estaban dirigidas fundamentalmente a las clases dirigentes , a las que se las acusaba de limitar las libertades políticas  de importantes sectores sociales y de resguardar el poder entre los círculos más estrechos de parientes, amigos, y clientes políticos.Los gobiernos oligárquicos también eran criticados a raíz de que promovían intereses y valores culturales extranjeros que podían ser norteamericanos, franceses o ingleses. En los albores del siglo XX muchos latinoamericanos ya habían comenzado a ver en estas estrechas vinculaciones económicas y culturales un "nuevo pacto colonial" que era necesario evitar. Así fue que comenzaron a perfilarse ideas y nociones que promovían una especie de "regeneración nacional" que llegó a incluir una visión cultural común de América frente a Europa y Estados Unidos. Todo un movimiento cultural e ideológico , que adquirió diversos matices según  las tradiciones nacionales, hizo hincapié en la necesidad de recuperar las "raíces" originales de la "nacionalidad". En algunos países la búsqueda se orientó hacia el pasado colonial y la cultura de la España católica , que luego se entretejió con doctrinas autoritarias y antipopulares; en cambio, en México y en los países andinos ( Perú y Bolivia) esas raíces se buscaron en las civilizaciones azteca e inca, En ocasiones este indigenismo,  un movimiento cultural de recuperación del pasado indígena,se  combino con el marxismo. En el México de los años veinte,donde la idea de "forjar la patria" se apoyaba en el estudio de los diversos grupos indios  y del arte y la literatura "nativos",estas ideas perseguían una inversión de la "fatal orientación extranjerista" que había dominado el siglo XIX.

Lázaro Cárdenas en un discurso

Al finalizar la Gran Guerra, el nacionalismo latinoamericano terminó de delimitarse a través de la creación y la organización  de movimientos, partidos y doctrinas políticas que defendían el derecho de autodeterminación del estado-nación frente a los Estados Unidos , el nuevo poder mundial que lideraba las inversiones extranjeras e intervenía en la política interna de la mayor parte de los países latinoamericanos. Después de 1930 ese conjunto de ideas basadas en el derecho a la soberanía y a la independencia atravesaba ya a toda  la sociedad y nutría la formación de movimientos populistas. Estos movimientos, que no representaron expresiones políticas revolucionarias en sentido estricto sino que promovieron reformas sociales y políticas importantes pero sin cuestionar la vigencia del orden capitalista , en general se caracterizaron por el apoyo de las masas movilizadas cuya organización dependía mucho más de las habilidades de sus principales líderes políticos que de estructuras partidarias sólidas y políticos profesionales. Al promediar el siglo XX,el nacionalismo populista se convirtió en la doctrina que organizaba casi todas las manifestaciones políticas, económicas y sociales de la cultura política latinoamericana porque podía aglutinar, según los casos, a obreros sindicalizados, a campesinos y a estudiantes ya fuerzas políticas de izquierda y de derecho. De este modo ocupaba un amplio espacio político en el cual podían coexistir diferentes formas de ver y entender la política y la sociedad.

.