El Fascismo es un Movimiento de
carácter político y social nacido en Italia durante la segunda década del siglo
XX. Su creador, Benito Mussolini, era partidario de un Estado totalitario,
antiparlamentario, antidemocrático y antisocialista, que suprimió las
libertades de expresión, reunión y asociación. Negaba la lucha de clases y
encuadró a los trabajadores en sindicatos (denominados amarillos) que también
integraban a los patronos.
Los orígenes del fascismo italiano La
génesis del Estado fascista ha de vincularse con la crisis que azotó Italia al
final de la I Guerra Mundial. Alineada en el conflicto con Francia, Gran
Bretaña y Rusia (pese a su inicial pertenencia al bando opuesto) salió
vencedora del conflicto, pero lo hizo aquejada de serios problemas económicos,
sociales y políticos que dieron lugar a una fuerte conflictividad y propiciaron
el descrédito del sistema parlamentario liberal.
Llegada al poder La llegada al poder del fascismo tuvo lugar en medio de una Italia revuelta. Tres fuerzas principales comprendían el arco político a comienzos de la década de los 20: se destacaba el Partido Popular Italiano, de ideología católica moderada, creado en 1919 por el Secretario de Acción Católica Luigi Sturzo y apoyado por el papa Benedicto XIV.)Le seguía en importancia el Partido Socialista, sujeto a fuertes tensiones internas que terminaron con su ruptura en dos sectores. Uno de ellos se convirtió en 1921 en la tercera fuerza política italiana: el Partido Comunista, de carácter revolucionario, integrado en la III Internacional (Komintern) y entre cuyos fundadores destacó el pensador y escritor Antonio Gramsci. La cuarta fuerza presente en la vida política italiana era el Partido Fascista, surgido en 1921 de los "Fasci di Combattimento", en cuyo seno convergían diversos sectores, desde antiguos socialistas (caso del mismo Mussolini) hasta grupos ultraconservadores.
Llegada al poder La llegada al poder del fascismo tuvo lugar en medio de una Italia revuelta. Tres fuerzas principales comprendían el arco político a comienzos de la década de los 20: se destacaba el Partido Popular Italiano, de ideología católica moderada, creado en 1919 por el Secretario de Acción Católica Luigi Sturzo y apoyado por el papa Benedicto XIV.)Le seguía en importancia el Partido Socialista, sujeto a fuertes tensiones internas que terminaron con su ruptura en dos sectores. Uno de ellos se convirtió en 1921 en la tercera fuerza política italiana: el Partido Comunista, de carácter revolucionario, integrado en la III Internacional (Komintern) y entre cuyos fundadores destacó el pensador y escritor Antonio Gramsci. La cuarta fuerza presente en la vida política italiana era el Partido Fascista, surgido en 1921 de los "Fasci di Combattimento", en cuyo seno convergían diversos sectores, desde antiguos socialistas (caso del mismo Mussolini) hasta grupos ultraconservadores.
En 1924 se celebraron
elecciones generales en un ambiente de tensión y violencia. De 7 millones de
votos algo más de 4 fueron para los "fasci", mientras que 3 recayeron
sobre la oposición. Sin embargo, aquellos obtuvieron mayoría gracias a una ley
electoral aprobada en 1923, según la cual el partido que obtuviese un 25 % de
los votos se alzaría con una representación de dos terceras partes de la
Cámara.
Adolf Hitler |
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